En el Otro Lado

Desconozco si

a todo ser humano se le presenta la oportunidad

de cruzar por el puente.

Desconozco si

se le presenta a todo ser humano,

el puente.

Un día miré.

Observé el horizonte,

el lugar utópico donde no alcanza la vista.

Y me dejé atrapar.

Comenzó así el nacimiento

de un largo proceso.

Por entonces, creía que alcanzaría un lugar

totalmente distinto, donde la mirada externa

me colocara en un reconocimiento que

ni siquiera yo mismo era capaz de lograr.

Cada

paso, escalón, asignatura pendiente,

decisión errónea, encuentro con mi mas eterna soledad,

lágrima derramada o reconocimiento de mis queridas sombras…

ha hecho que todo peligro lo viviera de manera diferente.

El miedo como el azul del cielo,

demuestra la viveza del alma.

A veces

recorriendo cada palmo del cuerpo.

Otras

sincerándose con la incapacidad no aprendida.

De ahí que el tiempo

y los miles de pasos necesarios para atravesar

el viaducto,

me devuelvan un estado

donde cada perdida esta llena de ganancia.

O el susurro de quien se abre camino a mi lado

“ sino no estaríamos juntos”

Alcanzada la meta, el otro lado,

ese horizonte que parecía infinito e inalcanzable

la realidad es bien diferente,

a pesar de que todavía no soy capaz de verla.

Aún permanezco cegado en el deseo

de lo que mentalmente esperaba,

y claro está,

no es.

De ahí que me gire para ver de donde vengo,

y descubrir que aun siendo diferente

soy el mismo,

que las flores y el barro

permanecen igual

que hace dos décadas.

Solo que ahora

puedo disfrutar de un bol de palomitas saladas,

mientras observo el largometraje,

fotograma a fotograma.