20 Minutos Antes

Las 4:30 de la mañana puede ser una hora bastante inapropiada para comenzar el día.

Y aún así es el momento de mi despertar.

En poco mas de una hora comienza la jornada de trabajo y con ella,

el inicio de otro día de los largos.

¿Cómo sería programar la alarma del despertador 20 minutos antes?

Hacerlo es fácil. En apenas unos segundos la configuro, y ya está.

Transcurridas cerca de seis horas llega el tenue sonido del mismo,

desvaneciendo las fantásticas historias que el subconsciente ha estado creando para mi.

Mientras, me voy despidiendo de otro reconfortante y corto descanso.

Voluntad, voluntad y voluntad.

Me levanto, coloco el cuerpo en posición, respiro profundamente y hacia adentro.

Es lo único que requiere la práctica, y estar atento a cuanto acontece en el interior.

Veinte minutos de viaje.

Interrogantes, dudas, preocupaciones, un torbellino de emociones,... y al final, un estado un poco mas despierto. Durante el día, lo necesitaré. 

Es liviano, si!

Y me agradezco haberme levantado,

con la sensación de haber dejado entre las sabanas las resistencias,

gracias a la voluntad que ha regañadientes,

estuvo tirando de mi.