Remanso de Agua

Hoy tocan lágrimas,

sin saber mas allá de ellas.

Están ocultas, abrazadas de momentos,

encerrándose.

Al quedarme quieto,

las percibo agarradas,

esperando a salir de su cárcel.

Un dolor físico intenso las acompaña.

El cuello cual barrote,

se eleva para buscar la posición donde

el agua remansa.

Emerge una mano para sostener el cansancio

de esta cabeza agotada.

Quiero estar, y no puedo, no sé como hacer,

para acompañar al cuerpo que llama a la puerta.

- Despierta- dice entre susurros el cuerpo.

-Despierta...-

Pero, no escucho. Me enseñaron a huir, a parar en seco.

Trato de buscar a oscuras otro camino.

Y el miedo, apaga toda luz que lo alumbre.

Sé que el tiempo es la llave

con la que abrir esta puerta.

Mientras, la manecilla avanza segundo a segundo,

sin detenerse.

Tiempo.

Pasan las horas.

El aire vicia la claridad que a ratos aparece.

- Haz algo- enuncia una voz- muévete.

Pero el cuerpo no se mueve, el dolor se coge

a las telas con las que se cubre,

arropándose aun mas.

Trato de encontrar la carcasa que protege su pila.

Pero por mas vueltas que le de al reloj,

no la encuentro.

Quizás la única salida sea,

tirarlo al aire para que el viento

se lo lleve bien lejos.