Marcas de Sangre
- Luis A. M. R
- 27 oct
- 1 Min. de lectura

Cuando no estoy acostumbrado
a ciertas tareas,
incluso las emocionales,
necesito tiempo.
Horas, días…
Tuvieron que pasar 56 mañanas,
con sus tardes y noches seguidas.
Con encuentros, y a veces sus esperas.
El silencio que aguarda su momento.
Cargado de lágrimas.
Soy mas de saladas.
Hay monstruos que acuden,
que me visitan,
para mostrarme las virtudes de las experiencias
que me quiero negar.
Como decirte que las cosas no son como te las cuentas.
Que para eso están los espejos,
donde puedes mirarte.
No soy de mirarme mucho
ante el reflejo de vidrio.
Veo en las marcas de mi rostro
los detalles generacionales que me acompañan,
restos de sangre y formas.
Quiero negármelas y ahí están,
tan marcadas...
Soy parte de todos ellos,
como ese charco formado en los días de sol
cuando escurro la ropa lavada a mano.
Con el paso de los minutos
el calor evapora el agua,
quedando la marca de lo que fue el pasado.




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