Dos Polos que se Unen

Estaba sentado frente a ti.

Escuchaba el relato de tus labios,

mientras percibia en mi como el juicio se deslizaba sutilmente,

a pesar de querer mirarte con otros ojos.

Tu carácter y el mio nos separaba.

La fuerza de nuestras miradas,

la altura de los cuerpos,

el vigor de nuestra sangre.

Respetar cuanto estaba queriendo surgir en mi,

me permitió entrar entre tus frases

y parar el tiempo, mi espacio.

El coordinador deslizo un,

“te sientes mejor”

a lo que tu respondiste con toda la fuerza

que por momentos me separa de ti.

“dices que mi estado anterior era peor”

Y exploto en mi interior una verdad sobrecogedora.

Que ambos estados eran

ni mejor, ni peor.

No seré quien se atreva a certificar que el relax tras la descarga,

es mas valido que la tensión acumulada previamente.

Tras escucharte y mirarte a los ojos,

agradecido por dejarme verte.

No soy capaz de desgranar mas acerca de este encuentro.

Es totalmente valido tu enfado

y gracias por enseñarme a respetar las emociones negativas

que tan acostumbrados estamos a invalidarlas y cambiarlas.