Agua Estancada

Es necesaria una tormenta

para que el agua del estanque se renueve.

Contactar con la tristeza

y dejar que viaje por el interior,

es muy parecido.

Brotan de los ojos cascadas de agua retenida.

Los músculos se distienden.

De ahí que convulsionen y generen espasmos.

La piel seca se humedece, es recorrida,

y con ello, el recuerdo.

El suelo acoge el cuerpo que se desvanece ya sin fuerzas.

Nada, queda por sostener.

Quienes han vivido escenas de terror

dentro del orden familiar,

tratan de juntar los trozos rotos una y otra vez.

La familia esta rota, por desestructurada

y falta de empatía.

Aún así, cualquier movimiento interno

de uno de sus miembros,

parece querer llenar de agua.

Durante un tiempo, con la fuerza del adulto

y la inocencia del niño,

desde fuera se puede observar como el sistema,

toma otras formas.

El ávido terapeuta espera,

la fruta necesita madurar, para caer.

Incluso hay sonrisas, mas allá del dolor del pasado.

Sin embargo, es agua que acaba volviendo a estar estancada.

Con los días comienza a oler.

El sol y su luz,

reducen el volumen.

Alguna que otra forma de vida,

aflora desde el fondo.

Flotan, como las hojas secas,

esperando a que el tiempo

y una brisa de aire

se las lleve.